sábado, 14 de marzo de 2015

El hueso de M.C. Los riesgos de la cervantinización del muy probable hallazgo de los restos de Cervantes en la Trinitarias Descalzas de Madrid.

Madrid, gli esperti annunciano: le ossa ritrovate sono di Cervantes(ansa) Fuente
Cabría interpretar el muy probable hallazgo de los huesos de M.C. en el madrileño convento de las Trinitarias Descalzas como un acto de justicia, un pequeño avance de la civilización contra el olvido, de la ciencia forense contra la dejadez institucional, del estudio de nuestro pasado contra el desafecto hacia quienes deberían ser considerados adalides del orgullo patrio y como tal tratada su memoria. Lo de las Trinitaria, si por fin se confirma, podría incluso ser tomado como una reivindicación de cómo (semi)privado  puede prevalecer sobre la inveterada desatención de las instituciones publicas, que solo se espabilan cuando hay réditos electorales a la vista, etc., etc.
Lo que todavía queda en mí de ciudadano ilustrado, impenitente valedor del progreso, me haría apoyar las investigaciones, la luz, la Luz, que puede traer la sustanciación de M.C. en Cervantes. Y, sin embargo, algo en mi interior me dice que no, que los restos de M.C. estaban bien aparcados desde hace cuatro siglos, que si algo no debe ser M.C. es una ocasión para las grandes palabras de las instituciones, incluida la RAE, que todo eso no es sino huero discurso, engaño o tajante palabrerío per(ezre)vertido. M.C., el escritor, es cosa de sus lectores y  muchos de ellos lo que más le agradecemos es la diversión que nos ha procurado, esa sensación mixta de tristeza y esperanza que nos invadió al acabar su mejor novela…tristeza de la inteligencia y esperanza del corazón que casan mejor con huesos extraviados, apenas marcados con unas ambiguas iniciales, que la cervantinización en ciernes. Quién sabe con qué ingeniosa vulgaridad, extrema originalidad o grandilocuente sencillez, va a ser castigado nuestro príncipe de las letras. A quién se le va a encargar el diseño de su mausoleo. Ojalá sea  a un artista consciente de que no debe acabarlo nunca.
En la metamorfosis de M.C. en Cervantes va a haber tajada para unos cuantos. Todos los huesos hablan penan acusan/alzan torres contra el olvido/ trincheras de blancura que brillan en la noche, escribió Hahn. De lo que estoy convencido es de que  las acusaciones y las reivindicaciones de los huesos de M.C. serán algo menos claras, se oirán un poco más bajo cuando se confirme que son de Cervantes. Así pues, ni  al misántropo que me he ido haciendo ni al ciudadano ilustrado que se adueña todavía de mí alguna mañana, le hace gracia el hallazgo. Prefiero las imprecisiones sobre la trayectoria de los balazos que recibió M.C. a los cañonazos cervantinos que parecen dibujarse en el horizonte, prefiero pasar por delante del convento pensando que quizá está allí a saber que así es, a las filas de turistas, a las visitas escolares, a los sucedáneos de la lectura…
Prefiero, prefiero, caprichos, nada más, de un lector que ya ha visto demasiadas tumbas oficiales de escritores y que cree que  hay un margen rebelde en M.C. que debe ser respetado. Estaría bien que, una vez identificados los restos, estudiados, aprovechados, volvieran a desparecer, fueran amablemente ocultados, se perdieran en los laberintos conventuales. Sería, tal vez, una señal de que las instituciones asumen que hay una parte de crítica, de desafecto hacia ellas que no pueden resolver, una señal de respeto.
(Fuente de las fotos)
Madrid, gli esperti annunciano: le ossa ritrovate sono di Cervantes(ansa)
Madrid, gli esperti annunciano: le ossa ritrovate sono di Cervantes(ansa)
"Hueso"
Curiosa es la persistencia del hueso
su obstinación en luchar contra el polvo
su resistencia a convertirse en ceniza
La carne es pusilánime
Recurre al bisturí a ungüentos y a otras máscaras
que tan sólo maquillan el rostro de la muerte
Tarde o temprano será polvo la carne
castillo de cenizas barridas por el viento
Un día la picota que excava la tierra
choca con algo duro: no es roca ni diamante
es una tibia un fémur unas cuantas costillas
una mandíbula que alguna vez habló
y ahora vuelve a hablar
Todos los huesos hablan penan acusan
alzan torres contra el olvido
trincheras de blancura que brillan en la noche
El hueso es un héroe de la resistencia
(Óscar Hahn: "La poesía del siglo XX en Chile. Antología", ed. Visor, 2005, pp. 152)
Madrid, gli esperti annunciano: le ossa ritrovate sono di Cervantes(ansa)
Madrid, gli esperti annunciano: le ossa ritrovate sono di Cervantes(ansa)
Madrid, gli esperti annunciano: le ossa ritrovate sono di Cervantes(ansa)





jueves, 12 de marzo de 2015

Calla, no vayas a despertar a nadie. Llegar a casa sin hacer ruido y acabar con el coche en la piscina.

Llegar a casa por la noche, tarde, es algo muy complicado. Intentar no despertar implica una serie de habilidades muy complejas. Hay que luchar con los tacones o las suelas, que se empreñan en subrayar nuestro rastro, los goznes de las puertas, que parecen empeñados en recordar que necesitamos ir al baño, la nevera, que a veces chirría y confirma que necesitamos mucha agua para el gaznate reseco. Incuso la sumisa calderilla a veces se empeña en salir del bolsillo para darse un paseo nocturno y rueda de canto hasta chocar con pequeño estruendo contra el zócalo como un borracho noqueado que cae de lado hasta el día siguiente. En mi caso, además, tengo que vérmelas con un aparato achinado que cuelga del techo y al abrir la puerta emite agradables notas metálico budistas.

Nada comparable, a tenor de estas fotos, a vivir en un chalet y tener que aparcar el cochazo cuando la sensibilidad de las plantas de los pies se ha visto afectada por el cansancio, la mala leche o las copas. Llegan y confunden el acelerador con el freno como quien se equivoca de llave e intenta meter la del portal en la cerradura del casa, cosa que a mí me ocurre hasta de día. Si además tienes piscina, el riesgo de acabar con el coche puesto en ella aumenta. He aquí algunos ejemplos made in USA:

(Fuente de las fotos)

lunes, 9 de marzo de 2015

Miguel Ángel a la luz de Gayford, iluminado él a su vez por otros estudiosos de la vida de aquel Hércules del arte redivivo (II).

- Miguel Ángel a la luz de Gayford, iluminado él a su vez por otros estudiosos de la vida de aquel Hércules del arte redivivo (I).
- Miguel Ángel a la luz de Gayford, iluminado él a su vez por otros estudiosos de la vida de aquel Hércules del arte redivivo (III).
- Miguel Ángel a la luz de Gayford, iluminado él a su vez por otros estudiosos de la vida de aquel Hércules del arte redivivo (IV).

Foto de Aurelio Amendola (http://www.aurelioamendola.it/)

Otra entrada con comentarios míos –en negrita– y citas o información sacada de la biografía de Miguel Ángel:

Miguel Ángel. Una vida épica. Martin Gayford. Traducción de Federico Corriente. Taurus. Madrid, 2014. 704 páginas.

 

 

La Pietà se esculpió para ser vista de cerca y en penumbra, donde la pureza y blancura de sus superficies resplandecen  (p. 180).

- M.A. sintió con intensidad su pertenencia a una familia (Buonarroti, residente en Via de’ Bentaccordi), a un barrio (Santa Croce, gonfalone Lion Nero), a una ciudad (Florencia, que contaba con unos 60.000 habitantes y estaba dividida en cuatro grandes partes -quartieri-, y dieciséis distritos menores -gonfaloni-, a razón de cuatro por quartiere) y quizá también a una región (Toscana). Puera ser que , en último término,  también se considerara italiano (p.56-57). M.A., incluso durante los últimos treinta años de su vida, que paso en Roma, siguió sintiendo una fuerte vinculación hacia Florencia. frecuentaba un círcuclo de expatriados florentinos y cuando invirtió en inmuebles se decantó por una casas situadas en Via Ghibellina, a la vuelta de la esquina de Via de’ Bentaccordi.

- En 1480, cinco años después del nacimiento de M.A., la iglesia de S. Croce contenía ya los frescos de Giotto, el relieve de la Anunciación de Donatello, las tumab esculpidas por D. da Settignano y B. Rossellino. Si infancia fue quizá austera, pero tenía a tiro de ojo cosas dignas de la mayor admiración (p. 58).

- El barrio de Santa Cruz, con su lunita plateada, además de ser residencia de muchas familias importantes, era la zona de los tintoreros de clase media, con sus casetas abiertas para dejar secar la ropa teñida. M.A. creció en medio de sus colores, carmesí, bermellón, púrpura, verde, amarillo, castaño. Obras admirables y colores educaron los ojos del artista en el barrio de Santa Cruz. Florencia tuvo que ser (p. 59).

- M.A. era sumamente austero, pero el inventario de la ropa hallada en su dormitorio cuando murió apunta a un dandismo sobrio. Prefería vestir de negro y el negro “profundo y rico” era el color más difícil de producir y por ende más caro (p.60).

- M.A., el escultor por excelencia, el gran pintor, no perteneció nunca  al gremio de los Maestros de la Piedra y la madera, en el que se agrupaban los escultores, ni al delos Médicos y Boticarios, que reunía a los pintores (p.61).

- Los Buonarroti poseyeron una granja en Settignano, a pocos quilómetros de Florencia. La granja estaba vinculada a una cantera. Las canteras de Settignano producían macigno, una arenisca gris de grano fino muy apreciada. Existían diversas calidades, pietra del fossato, pietra serena, pietra forte. Colores, obras admirables y piedra tanta piedra como la que Brunelleschi había usado para las columnas y capiteles de sus proyectos…(p.63).

- A M.A. no le gustó nunca admitir que alguien le hubiera enseñado algo.  En la obra de Condivi, uno de sus biógrafos autorizados, no aparece ninguna referencia a sus maestros de escultura, pintura o dibujo (p.63). Algo así como el arte rupestre, que nació adulto, ya sabido.

domingo, 8 de marzo de 2015

Un poema y un gesto, una gesta. Día internacional de la mujer

Madre, nunca supe querer sin dudas
Siempre atormentado, 
el susto en el cuerpo
Madre, no te quise sin dudas
Padre y madre, madre,
fuiste a la vez
En tu voz, de tu gesto adusto
la luz y la admonición
Hoy brilla el sol,
nuevas flores
No podré llamar
cumplido el día 
Decir aquí hace bueno, 
¿has salido hoy?
el mundo nos espera
Solo, revivo tu insistencia
(Vete a dar una vuelta, ¿hoy no sales?)
Con dudas, tormento
Sé que conozco la verdad del amor
De ti aprendí a ser curioso