sábado, 10 de diciembre de 2011

La naturaleza imita a la política, o el arte de sobrevivir en tiempos duros. Sentido ejercicio retórico para justificar la publicación de unas llamativas fotos

Fotos de animales que parecen querer negarse a si mismos para protegerse, o quizá para asaltar a sus enemigos, porque en ese reino sin monarquía (non c'è il leone, chissà dov'è…) que llamamos naturaleza sus habitantes no se andan con distinciones entre adversarios y Operazione sopravvivenza: gli animali camaleontienemigos y cuando alguien manda a callar es porque puede. En la fauna política si que se hacen diferencias entre adversarios, contrincantes y hasta enemigos,  hay políticos que repiten y se recrean en recordar los matices que diferencian el significado de cada uno de los términos, como queriendo demostrar  finura conceptual , para después desmentir con los hechos su retórica pretendidamente fina. Pasan de los abrazos a lanzarse los peores calificativos. Recuerdan ese chiste sacrílego que contaba que Cristo iba dando saltitos con su cruz a cuestas, hasta que, de repente, alguien le dice, “los de la tele”, y él se pone a andar abrumado por el peso que lleva a cuestas, real y simbólico. Así parecen hacer los políticos de los partidos mayoritarios, apreciarse hasta que les enchufa la cámara, como si la profesión les exigiera un esfuerzo antagónico sobreactuado, una especie de mala leche de foto, lo contrario de la patata de las instantáneas familiares. Es verdad que también hacen lo contrario los días que la cámara exige la ceremonia de la comprensión, pero últimamente la concordia casi no tiene fiestas que guardar. Operazione sopravvivenza: gli animali camaleontiLos pasados fueron años en los que el partido en el poder se pareció más de lo aconsejable a otros partidos cuyo ideario era en principio distinto; el grueso de la oposición, por su parte, parecía querer dar la impresión de que sostenía el ideario original del partido en el poder. Y es que desde hace ya tiempo nadie es  quien esperarías, casi todos se camuflan, juegan a querer parecer distintos para comportarse después de manera demasiado semejante. Y, además, hablan como si la gente común (vid. García Calvo) fuera un ente abstracto y medio tonto, y no una suma de orejas bien diferenciadas a las que les agradaría oír argumentos Operazione sopravvivenza: gli animali camaleontielaborados, verdades sentidas y propuestas atractivas, diferentes en más de un 10 o un 15% de las del contrincante.  Como, para más inri,  en la tele los listos prefieren parecer tontos, los que tienen menos luces no tiene ni necesidad de esforzarse en mimetizarse, porque casi todo es medianía. Claro que, visto lo visto, es casi mejor que nuestros dirigentes se dejen arrastrar por los acontecimientos, a veces si aparentar si quiera que los controlan, porque cuanto intentan adelantarse o tomar las riendas del carro a menudo el resultado es peor que la correcta gestión del desastre.

Operazione sopravvivenza: gli animali camaleontiEs algo que el PSOE ha pagado bien caro. Si a uno le gusta el café y puede tomarlo no se le ocurre comprar un sucedáneo que se parece demasiado a otra cosa. Para eso, votas a la  derecha de marca, la que financia el gran capital, aunque a esta también le den ataques de mimetización. Quien vota a la izquierda, por ejemplo, lo debe hacer convencido de que sus medidas políticas no van a andar de puntillas con los impuestos, los servicios públicos o la justicia. O es que se les ha olvidado que decir socialdemocracia equivale a referirse a un sistema impositivo trasparente, ecuánime y seguramente exigente, destinadoOperazione sopravvivenza: gli animali camaleontia sufragar el llamado estado de bienestar, expresión que poco a poco va abandonando el léxico político para quizá emigrar a la jerga médico anestésica. Seguramente, a algunos no se les ha olvidado lo que implica la socialdemocracia, sino que han creído que podían hacer milagros. Eso en el mejor de los casos, porque en el peor hay que pensar que solo buscaban perpetuarse en sus puestos, hacer el trabajo sucio a los otros favoreciendo a los de siempre (vid. las clásicas tesis leninistas y, si no recuerdo, mal la fábula de Gramsci sobre el castor), en suma, cambiar algo para que todo siga igual. La historia del PSOE post constitucional ha tendido a reproducir miniciclos semejantes. Ataquines de socialdemocracia seguidos de significativas renuncias, demoras o ambigüedades que acercaban su actuación a las políticas de centro derecha. Al descrédito que ello ha producido, hay que añadir los casos de corrupción y la deriva nacionalista. Alguna de estas cosas se digiere mejor en los partidos de derechas, pero el público de izquierdas las lleva muy mal. hasta tal punto el perfil socialista se ha ido desdibujando que la mimetización ha llevado a situaciones como la de la última foto, en la que el animal debe estar por alguna parte, pero no hay quien lo vea.Operazione sopravvivenza: gli animali camaleontiFuente de las fotos

jueves, 8 de diciembre de 2011

Rapunzel

Y, furiosa, cogió las hermosas trenzas de Rapunzel, les dio unas vueltas alrededor de su mano izquierda y, empujando unas tijeras con la derecha, zis, zas, en un abrir y cerrar de ojos cerrar de ojos se las cortó, y tiró al suelo la espléndida cabellera. Y fue tan despiadada, que condujo a la pobre Verdezuela a un lugar desierto, condenándola a una vida de desolación y miseria.

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martes, 6 de diciembre de 2011

El capricho de E. Arroyo sobre David vencedor de Goliat, de Caravaggio, cumplido, aunque solo digitalmente.

El sábado pasado, Babelia, el suplemento cultural de El País, publicaba algunos fragmentos de la guía de autor sobre el Museo del Prado que Eduardo Arroyo acaba de publicar (1). En uno de dichos fragmentos Arroyo decía una especie de capricho que, por el tono en que lo expresaba, parecía esconder el deseo de que se convirtiera en una experiencia compartida por sus simpatizantes. Se trataba de girar un cuarto de vuelta un cuadro de Caravaggio, algo tan fácil digitalmente como difícil en las salas del museo.
La sangre pintada por Caravaggio Merisi es más sangre que cualquier otra sangre, escribía yo recientemente bajo el impacto del recuerdo de unos cuadros vistos en Roma, Florencia o Viena. Lo que recuerdo es que aquellos lienzos manaban sin cesar sangre a borbotones. Me llama la atención la sangre espesa, a punto de solidificarse, de los cuadros de Caravaggio, a sabiendas de que, para pintar la sangre, no basta con mezclar en las dosis adecuadas carmín con bermellón. La suya no es sangre teatral, no es sangre cinematográfica, no es sangre de ópera, es sangre de verdad, sangre evocadora de desdichas y la ha visto brotar, pues Caravaggio siempre pinta el crimen a corta distancia. Este pintor asesino está cerca del cuerpo que se desangra. Aunque sabía perfectamente lo que estaba haciendo y lo que estaba pintando, Merisi no pudo escapar y murió solo, abandonado en una playa, recordando tal vez las figuras de su David vencedor de Goliat (hacia 1602, óleo sobre lienzo, 110 × 91 centímetros), que se encuentra en el Museo del Prado. Ante este lienzo, uno escucha el silbido de la espada que atraviesa la carne sin arrepentimientos.
También escribí  que si el conservador del Prado quisiera hacerme un favor -un día de clausura, por supuesto-, me permitiría realizar un sueño recurrente: ver colgado alDavid vencedor de Goliat de modo distinto al concebido por Caravaggio. Su posición ideal sería, para mí, la que permitiera contemplarlo de modo que la cabeza de Goliat se encontrase abajo a la izquierda, y no abajo a la derecha, con lo que haría, de esta manera, la verticalidad horizontalidad. No se trata de un capricho, tampoco de una declaración de menosprecio por el cuadro tal cual es. Si tienen la amabilidad de invertir los planos por un solo día, prometo no volver a reclamar que el cuadro quede colgado según mis deseos.
No creo que la expresión de angustia de Goliat ante la derrota, ni tampoco el estupor frente a la decapitación cambiaran por esa inversión; por el contrario, estoy convencido de que el sentido del enfrentamiento, del combate desigual y de la batalla ganada por el joven David quedaría más claro e impactaría con más fuerza, dándole simplemente un cuarto de vuelta a la escena. El brazo izquierdo y la pierna derecha de David son carnales líneas paralelas que no se encontrarán ni en el infinito; el movimiento del brazo derecho conduce nuestra mirada hacia la cabeza decapitada y el cuerpo dislocado, que hablan intensamente del desenlace del combate singular.
El original:5946428346_a5e064312e
El original girado un cuarto de vuelta:5946428346_a5e064312e
Por los fragmentos leídos en Babelia, el texto de Arroyo no tiene mucho que ver con la otra guía de autor sobre el Museo de Prado que conozco, Tres horas en el Museo del Prado, la de E. d’Ors, de “feliz título” –según el mismo Arroyo- y farragoso texto, tan lejos de la materialidad detallista de la que hace gala la del pintor, quien parece haberse hecho eco de algunas de las características (exactitud, visibilidad) que I. Calvino deseaba para la literatura de este milenio (2).
(1)   Arroyo, Eduardo, Al pie del cañón. Una guía del Museo del Prado, Barcelona, Elba editorial, 2011. 164 páginas. 24 euros.
(2) Calvino, Italo, Lezioni americane, Sei proposte per il prossimo millennio, Garzanti, 1988.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Sócrates, ni siervo ni señor de los corintios

Toreros con canilla de cristal, pintores medio ciegos, músicos que solo oyen los sonidos de las esferas, albatros sobre la cubierta de un césped y un futbolista que calzaba el 37 y murió veinte años después, Sócrates.
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showNextPhoto()Calcio, addio al "Dottor" Socrates

Calcio, addio al "Dottor" Socrates

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