miércoles, 23 de junio de 2010

Dulces horrores. Un menú largo y estrecho: 20 segundos de cuarenta canciones del verano n Italia.

Repubblica promueve una votación para elegir la mejor canción del verano entre las canciones del verano de los últimos cuarenta años. Ahí es ná. Una dulce tortura para los oídos. Por suerte, no se puede escuchar más de veinte segundos de cada una de ellas. Bastan para provocar la mezcla de aborrecimiento y seducción que acompaña a melodías semejantes. Ingenio, vulgaridad, clichés, pizcas de gracia, sorprendentes hallazgos, melodías destinadas a morir el primer día de vuelta al trabajo, otras que aún perduran y muchos vagos recuerdos que como nubes de verano parece que van a traer cola, pero suelen estar cargadas con poca agua. Por eso, a veces cinco segundos bastan para pasar a la siguiente.

Por ahora, en la votación  va ganando Vamos a la playa.

He aquí un popurrí de fragmentos:

Verano italiano, un estate al mare, sole, cuore, amore and the boogie; la vida es competición in a Barbie world. Voglio stare acceso with the rhythm of the night…Ma che voglia di arrivare al mare, depende, llorando estarás. Give me hope pa mi patilla, ´cause I´m a lady. Un palazzo che brucia in città, así es que vamos a la playa, oh, oh, oh, oh, oh: dormire, salutare, nuotare, troppo bella per sbagliare, Gloria, mancavi tu Ymca, apri la bocca a un guerriero ramaya del faro. E tu fatta di sguardi, pazza idea coltivare la sua rosa finché la barca va.

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