jueves, 18 de febrero de 2010

Rincón de las versiones (30). Who knows…

Necesitamos que la realidad sea previsible. Si no pudiéramos estar más o menos seguros de lo que va a pasar, seguramente viviríamos mucho menos, nuestro desgaste de todo tipo sería inmenso, todo se volvería amenaza. Pero nos horroriza que la monotonía acabe por convertirse en rutina, pedimos a gritos alguna novedad excitante, algo que nos saque del tedio de la repetición. En la naturaleza, y me doy cuenta de que hablo de ella como si no hiciéramos parte del mismo paquete, estas dos poderosas corrientes también están vivas. Ciclos, repeticiones, movimientos instintivos basados en recurrencias van de la mano con los acontecimientos excepcionales, manifestaciones de sistemas caóticos que cuando se ceban en el hombre, como hace poco en Haití, pueden ser llamadas cabronadas. Si no, se consideran espectáculos dignos de admiración, hechos excepcionales digno de los reportajes de National Geographic.

Esta canción habla cómo el hombre puede encajar en los ritmos naturales, cómo puede dejarse mecer por ellos con el amor haciendo de bajo continuo. Quizá por eso, porque lo fatal no se atisba más que como una lejana posibilidad, por momentos me aburre. La antigua versión de Judy Collins, que no he encontrado, hace años me gustó mucho. Quizá, por contraste, porque en lo personal todavía me encontraba en los años en que se producen novedades importantes. Hoy, me queda un regusto de placer al oírla, pero se mezcla a la desazón que produce la falta de nuevas perspectivas, esa sensación agridulce de que casi todo ha pasado ya.

Who knows where the time goes (Sandy Deny)

Across the purple sky, all the birds are leaving
But how can they know it's time for them to go?
Before the winter fire, I will still be dreaming
I have no thought of time
For who knows where the time goes?

Who knows where the time goes?
Sad, deserted shore, your fickle friends are leaving
Ah, but then you know it's time for them to go
But I will still be here, I have no thought of leaving
I do not count the time
For who knows where the

time goes?
Who knows where the time goes?
And I am not alone while my love is near me
I know it will be so until it's time to go
So come the storms of winter and then the birds in spring again
I have no fear of time

For who knows how my love grows?
And who knows where the time goes?

2 comentarios:

  1. Sensación agridulce, sí, pensar que casi todo ha pasado ya. Pero eso es dejarse morir, aunque sea dulcemente.
    Yo, en cambio, tiendo a pensar que, a pesar de que hayan pasado tantas cosas di tutti i colori (desde el más brillante hasta el más oscuro) en la vida de una, mucho de lo mejor está por llegar. Llámame inocente, incauta, infeliz, como quieras.

    Quizás sólo sea una forma de dejarse vivir.

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  2. me(l)mo(th) hoy está herido. Yo estoy mejor, pero él lleva un día perro.

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